Esta sección del libro explica el lugar important que ocupa la pureza y refinamiento de las cualidades emocionales de la persona en el judaísmo. En este discurso se explica que todo tiempo en que la persona no quite la raíz mala de su interior, no puede servir a Dios plenamente. Esa raíz es algo particular en cada persona. La forma de quitarla es usar esa misma energía en el servicio a Dios.