El dolor es real. El miedo no es real.
El dolor es real porque no estamos en nuestro lugar, nada esta en su lugar. Se denomina exilio, y por lo tanto, hay dolor. Es la angustia de estar en el lugar errado que nos eleva, más allá de este lugar.
El miedo no es real, porque, sin importar dónde estamos, nuestro Di-s aún está con nosotros.
El único miedo que debemos temer es que no sintamos el más el dolor.