Parece mentira, pero los eventos mundiales actuales nos hacen ver cómo la historia de Purim se repite. Hace 2372 años el malvado ministro del rey Ajashverosh, Hamán, presentó un decreto de exterminación del pueblo judío.
Pero: ¿Por qué merecían la destrucción? Nuestros sabios cuentan que el pueblo judío es como una oveja entre 70 lobos (las otras naciones). Grande es el pastor (Di-s) que la protege. Ahora bien: ¿qué pasaría si la oveja prescindiese de los servicios del pastor y confiara su protección a alguno de los lobos? Por supuesto, se la terminarían comiendo...
Esto mismo ocurrió en la historia de Purim. El pueblo judío "presciendió" de Di-s, y se apoyó en el rey del mundo por aquella época, Ajashverosh. Poco tiempo pasó hasta que apareció el decreto para acabar con los judíos...
Esto mismo ocurre hoy: el presidente de Irán, Mahmud Ahmedinejad grita a los cuatro vientos que desea destruir a Israel. Mientras tanto, prepara su plan nuclear para llevar adelante su intención. Y nosotros, ¿Qué hacemos? Esperamos resoluciones del consejo de seguridad de la ONU, a ver qué opina Estados Unidos, cuál es la dificultad política y social de la Unión Europea y cuánto dinero quiere ganar Rusia con su venta de armas a los países árabes. Si llega a estar en la agenda de todos estos personajes de la escena política mundial nuestra vida, bien; y si no...
En la historia de Purim, Mordejai y Ester actuaron. Ellos rezaron, juntaron niños para estudiar Torá, ayunaron y buscaron renovar el contrato con El Pastor. Gracias a Di-s lo lograron y hoy contamos la historia y festejamos.
Tenemos que tomar partido en lo que está pasando. Cada uno de acuerdo a sus posibilidades. Aumentar en la observancia de Mitzvot, estudiar más Torá, acercar a otra persona a Di-s. Las armas de lucha son las mismas hoy que hace miles de años. Es cuestión de actuar.