Este Shabat leemos, en la lectura adicional de la Torá, sobre la Mitzvá de borrar el recuerdo de Amalek de la faz de la tierra.

En general la Torá es referida como una Torá de bondad, que proviene de un Di-s que es todo bondad. Si es así: ¿por qué la Torá es tan dura con el pueblo de Amalek?

Para entender esto debemos analizar el significado de esta Mitzvá. Si bien es muy difícil adentrarse en los detalles de cada uno de los puntos que veremos, por lo menos vale la pena al menos mencionarlos:

1.Amalek simboliza la cualidad de arrogancia y atropello (jutzpá en hebreo). Esto lo aprendemos del hecho de que Amalek atacó al pueblo judío luego de que éste hubiera salido de Egipto. Es decir, después de que ocurrieron diez plagas, más la apertura del Mar de Juncos, ningún pueblo se animaba a luchar contra los judíos; excepto Amalek.

Este concepto se expresa, por ejemplo, en la falta de respeto que los alumnos tienen por sus maestros, sus mayores, etc.

2.Amalek simboliza frialdad. De la forma en que la Torá relata la lucha entre Amalek y el pueblo judío, aprendemos que lo que ellos querían era "enfriar" la excitación por la Divinidad.

Esta cualidad se expresa en aquellas personas que, aún viendo los milagros que Di-s hace, niegan lo que sus propios ojos ven con arrogancia y autosuficiencia, o buscan explicaciones "científicas", enfriando la excitación de quienes tienen fe en Di-s.

3.El nombre de Di-s no está completo hasta que se borre a Amalek. Esto simboliza, entre otras cosas, la idea errónea de que la Torá puede ser tomada como una diversión intelectual que no necesariamente debe ser llevada a la práctica.

4.Amalek simboliza la duda, la falta de fe en Di-s. La sumatoria de las letras de la palabra Amalek es igual a la de la palabra safek (duda en hebreo).

Evidentemente hay algo muy profundo en la idea de Amalek, más allá de haber sido un pueblo que vivió y desapareció hace miles de años.

Ahora podemos entender por qué la Torá es tan dura con Amalek. La idea no es que Di-s está dejando de lado su benevolencia para ser duro con Amalek, sino que Amalek representa un escollo en la conexión del judío con Di-s. Y como todo escollo, debe ser eliminado.

Dicho de otra manera: así como la Torá nos indica que no debemos comer carne de ciertos animales impuros (ritualmente hablando) porque le causan un daño a nuestra alma, de la misma manera nos indica que ciertas cualidades que se pueden encontrar en nuestro espíritu deben ser erradicadas en aras de una mejor unicidad, conciencia y percepción de la Presencia Divina.

Esto nos explica también (de cierta manera) por qué la lectura de la Torá de éste Shabat es una Mitzvá de la Torá misma y no simplemente un decreto rabínico de leer la Torá en cada Shabat: es tan central y fundamental eliminar los rastros de las cualidades de Amalek del alma, que debe tener su espacio específico, su ritual práctico en el cual pueda expresarse esta idea para luego proyectarse e influenciar en la vida cotidiana.

Sin embargo, uno no debe confundirse y pensar que con sólo escuchar la lectura de este Shabat va a eliminar los rastros de Amalek de su alma... la lectura es la fuente de donde proviene la fuerza para que, durante el arduo trabajo diario uno pueda luchar y librarse de Amalek.

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