Mirando tu mundo desde arriba, todo es bueno.
Mirando tu mundo desde adentro, las cosas no siempre se ven bien.
Hasta que conectas tu mundo desde adentro con el mundo arriba. Entonces, la bondad fluye hacia abajo sin distorsión.
¿Cómo se hace esa conexión? Aferrándose fuertemente arriba. Poniendo toda tu confianza en Di-s.