Muestra a un poderoso emperador el mundo y pregúntale a dónde le gustaría más conquistar. El observará el globo y, poniendo su dedo en la península de la tierra más lejana declarará: "Aquí. Cuando tenga este lugar, tendré grandeza".
De la misma manera es la Luz Infinita. En aquellos lugares más finitos, donde la luz del día apenas brilla, ahí está Su mayor gloria.