Hola, te escribo algunas de las fuentes al respecto de la cremación. El asunto es complejo...
En principio, en la Torá (Devarím 21:23): “haz de enterrarlo”, dice claramente que se debe enterrar al cuerpo muerto.
En el Talmud (Sanhedrín 46b) se discute si el entierro es por no mostrar desprecio al cuerpo o por expiación. La diferencia reside en quien dice que no lo entierren: si el entierro es por no despreciarlo, no lo vamos a escuchar, mientras que si el entierro es por expiación, si a la persona no le interesa expiar sus pecados, ¡pues no lo enterramos! El Talmud no llega a una conclusión...
Maimónides (Leyes de duelo, cap. 12, halajá 1) escribe, basado en esta discusión talmúdica: “si mandó a que no lo entierren, no lo escuchamos, ya que el entierro es un precepto bíblico, como está escrito 'haz de enterrarlo'”. En el comentario Kesef Mishna (ahí mismo) trae la opinión del Ramba”n (Najmánides): “Por eso lo enterramos, porque es una duda bíblica, aún si los herederos no lo quieren enterrar, se lo quitamos (al muerto) por la fuerza, y aún un muerto cualquiera que no tiene quien lo entierre y dice que no lo entierren, no lo escuchamos, ya que es un desprecio de todos los vivos (es decir, todos los que no nos ocupamos de su entierro estamos despreciando al muerto) y no solamente de la familia”.
Esto se expresa en el Shulján Aruj, Iore Deá, 362:1: “Lo mejor es enterrar en la tierra literalmente, aún fuera de Eretz Israel”.
Dicho de otra manera, de todas estas fuentes, surge que es una Mitzvá enterrar al muerto en la tierra (así dice el Nitei Gavriel cap. 75:1). Por eso también se hacen agujeros en el cajón antes de enterrarlo, para que tenga contacto con la tierra literalmente.
Ahora bien, si la persona manda a cremarla, aparece en una responsa (Jatam Sofer, Iore Dea 341) la idea de que puede ser que en el último instante antes de morir la persona se arrepintió de que la cremen, ya que aún con un simple pensamiento de arrepentimiento alcanza (al menos en esa situación). Siendo así: ¿quién te dice que no se va a arrepentir de lo que está mandando a hacer? Aún si fuese sólo una duda que se arrepienta (y el Jatam Sofer escribe “casi seguro que se arrepiente”), una vez cremada, no hay vuelta atrás...
Si, Di-s libre y guarde, la cremaron, aparentemente, surge de las responsas rabínicas, que hay que enterrar las cenizas en el cementerio judío, pero apartadas del resto de las personas, al menos a 4 metros. Sin embargo, esto es algo a consultar, porque generalmente no se entierran, no se hace duelo por la persona, no se dice Kadish, como si nada hubiera pasado, porque se considera que dejaron de lado al judaísmo completamente...
Desde la perspectiva espiritual, el entierro es parte de la expiación, tanto del cuerpo como del alma. Si no se entierra a la persona, falta esa expiación, por lo que, aún si fuese una duda halájica (si es por no mostrar desprecio al cuerpo o por expiación), ante la duda, mejor no arriesgar la expiación de una persona por cremarla...
Te transcribo algunas partes del libro Maavar Iabok, Sfat Emet, un libro que habla especialmente de la muerte desde una perspectiva mística.
En el cap. 26 dice: “El alma reconoce el honor del cuerpo, y su desprecio luego de muerto. Con esto comprenderemos y sabremos que una bondad al cuerpo significa una bondad al alma […] y no se debe faltar el respeto a ningún muerto”.
En el cap. 27 escribe: “El secreto del entierro es una satisfacción para el alma. Mientras el cuerpo no yace en su lugar, el alma no está tranquila […] Mientras el cuerpo no es enterrado, el alma no se eleva en absoluto […] por eso enterramos el cuerpo, tierra por abajo […] tierra por arriba […] con esto hacemos que el alma se eleve muy alto con el concepto del entierro y la acción”.
Otro aspecto de la cuestión es que es uno de los Trece Principios de la Fe del judaísmo, como fueron escritos por Maimónides, la Resurrección de los Muertos. Si la persona es cremada, está, básicamente, negando que Di-s va a hacer resurrectar al cuerpo. La Mishná en Sanhedrín 10:1 dice claramente que, si bien todo el pueblo judío tiene una porción en el Mundo por Venir (es decir, en la Resurrección de los Muertos), también aclara que quienes la niegan, no van a participar de ella.
En resumen, está claramente prohibido cremar un cuerpo judío, aún si la persona pide y manda a ser cremada, no lo cumplimos, es parte de nuestra fe y creencias en la eternidad del alma y del cuerpo en el momento de la Resurrección.