La gente piensa que cuando no están bien de salud, deben sacrificar todos los asuntos de su vida para cuidar de su situación física. En realidad, lo opuesto es verdad: no se puede separar la cura del cuerpo de la cura del alma. Cuando se trata al cuerpo, también se debe agregar en la nutrición del alma.
Los doctores saben esto muy bien, pero deberían hacer mejor uso de su conocimiento.