Es natural y sano desear cosas materiales. Si a nadie le importasen, la tierra sería un lugar desolado. Pero no hay ninguna necesidad de arder por ellas. Eso está debajo de la dignidad de un ser humano. Además consume la pasión por las cosas más importantes en la vida.
Guarda tu fuego por las cosas centrales al propósito mismo de tu vida. El fútbol y Ferraris no son centrales en tu razón de ser.