Estimada Kehilá:
Atravesamos momentos difíciles en la historia universal. Atentados terroristas en Londres, amenazas en Italia y Francia, accidentes en Pakistán y (lamentablemente) una larga lista de eventos trágicos que vivimos y recordamos todos los días.
Ante esto surge la pregunta ¿Dónde está Di-s? Muchos quieren deducir de aquí, que Di-s, simplemente, no está. Eso explicaría el aspecto caótico de los acontecimientos y la falta de justicia que tan profundo nos toca.
La verdad es que tal pregunta sólo puede surgir de la asunción de que Di-s está y, por ende, ¿el juez de toda la tierra no hará justicia? Parte de la naturaleza del iehudí es tener la certeza de la existencia de Di-s, que surge de lo más profundo de su alma. La pregunta aparece ante la incomprensión de lo que ocurre ante nuestros ojos.
Sin embargo, nuestra perspectiva de la realidad es muy limitada dentro del plan cósmico de la Creación. Es como una persona, carente de información, que ingresa a un quirófano en medio de una operación muy compleja. Observará un grupo de gente vestido con ropas especiales, que en sus manos cargan instrumentos de "destrucción" - cuchillos, pinzas, etc. - y cortan y pinchan a un hombre indefenso, dormido y acostado frente a ellos. Quien entiende lo que ocurre, concluirá rápidamente que los médicos no sólo no están mortificando al paciente sino que, muy humanitariamente, están tratando de salvarle la vida.
No podemos entender la razón de los acontecimientos que nos toca vivir, pero sí podemos estar seguros de que la mera pregunta de ¿dónde está Di-s? revela la fe natural en Su presencia e involucramiento en el mundo.