Así como cierta gente se niega a ver sus fallas, están aquellos que insisten en profundizar demasiado, persiguiéndose a sí mismos por cada error y haciendo demandas no razonables sobre sus vidas. Eventualmente colapsan exhaustos o, peor, se rebelan con resentimiento.
Eso es por lo que ninguna persona debería estar sola. Todos necesitan un mentor, alguien que pueda ver objetivamente y decir "En éste nivel te encuentras ahora. Esto es lo que puedes esperar de tí mismo ahora".