El contenido del mes de Adar se expresa en su nombre, así como la esencia de cada cosa se expresa en el nombre que le corresponde en hebreo.
A pesar de que el Talmud dice que los nombres de los meses "subieron junto con ellos (es decir, junto con Ezra y quienes volvieron del exilio de) Bavel", lo que parece indicar que no son nombres hebreos, sin embargo dado que se encuentran varias explicaciones de nuestros sabios ligadas a los nombres de los meses, debemos decir que lo que "subió de Bavel" no fue el nombre mismo, sino la conexión entre los nombres y los meses propiamente dichos (como períodos de tiempo del año).
Más aún, no es apropiado decir que surgió en Bavel esta conexión, sino que el pueblo judío recordó y reveló durante su exilio en Babilonia la conexión que ya existía entre los nombres de los meses y sus respectivos tiempos.
El nombre Adar está conectado con la palabra Adir (como en el salmo 93, "Adir - Poderoso en las alturas, Di-s")
Esto indica que el contenido del mes de Adar es el de poderío y fuerza. Llevado a la práctica en el servicio a Di-s, esto nos enseña que todo lo que hagamos en términos del estudio de Torá y la observancia de Mitzvot debe ser hecho con fuerza y determinación.