Los científicos que estudian los sueños dicen que los últimos cinco minutos de consciencia del día determinan lo que soñamos durante la noche. Asimismo, la forma en que dormimos determina mucho de cómo nos desenvolvemos durante el día siguiente.
Esta es una buena razón para recitar el Shema antes de dormir; está en los libros de rezo.
En sí, se trata de un momento de reflexión sobre lo ocurrido durante el día que terminó. A su vez, se analiza qué cuestiones deben corregirse para el próximo día, como los jasidím solían decir, "Mañana será mejor", o sea, el próximo día uno mismo mejorará.
La plegaria termina encomendándole a Di-s nuestra alma durante la noche y pidiéndole que la cuide y renueve, para darle una nueva oportunidad al día siguiente.
Siento que el rezo me transforma poco a poco, y es un descubrimiento maravilloso.