Uno de los 613 preceptos de la Torá es temer a Di-s. A pesar de que suena simple, es uno de los preceptos más mal interpretados de la Torá. La razón de esto es porque la historia occidental está teñida de manejos sociales y políticos que involucraban "el castigo de Di-s", de manera que si un rey no cumplía con tal o cual mandato, era excomulgado, perjudicando esto al comercio, relaciones exteriores, etc.
Sin embargo, en el judaísmo la visión es la de un Di-s misericordioso, "Avinu shebashamáim" - nuestro padre que está en los cielos. Así como un padre es misericordioso y bondadoso con su hijo, Di-s es misericordioso y bondadoso con sus hijos - la humanidad en general, y el pueblo judío en particular.
Siendo así, el temor a Di-s no es el temor al castigo, ya que eso no significa temer a Di-s, sino "al látigo". Entonces: ¿Qué es temer a Di-s?
Una de las ideas que pueden llevar al temor a Di-s es meditar y pensar en Su grandeza, cómo El crea todas las criaturas del universo, desde la más insignificante ameba pasando por el ser humano y llegando hasta el más complejo sistema galáctico, todo es creado y recreado constantemente por Di-s.
Este pensamiento lleva a la persona a posicionarse correctamente ante Di-s: somos ínfimos comparados con Su grandeza. Uno puede llegar hasta a avergonzarse de estar "frente" al Rey de todos los Reyes, el Santo, bendito sea.
Este es un nivel de temor a Di-s.