A partir de este martes 29 de junio, 17 de Tamuz en el calendario hebreo, comienza un período de tres semanas hasta el 9 de Av (19 y 20 de julio este año) llamado Bein haMetzarím, lit. entre los límites. ¿En qué consisten estos dos días y lo que ocurre entre ellos?
Nuestros sabios decretaron ayunos en ambos días, por diferentes razones. Sin embargo, el denominador común de ambas fechas es la destrucción del Templo de Ierushaláim, la primera y segunda vez. A su vez, por la estrecha relación entre estas dos fechas, decretaron que no hagamos ciertas cosas alegres, como casamientos, cortarse el pelo, vestir ropa nueva y escuchar o tocar música.
Ahora bien, ¿de qué sirven estas restricciones? Una de las formas de verlo es que simplemente nos comportamos acorde al tiempo: ya que la época es una de duelo, nos comportamos en forma de duelo. Aparentemente así deberíamos comportarnos todo el año, porque el Templo continúa destruido durante el año entero (y de hecho, hay expresiones constantes de esta idea, como dice el salmista "si no elevase a Ierushaláim por sobre mi alegría", de donde nuestros sabios aprenden que aún en alegría uno debe recordar la destrucción del Templo). Sin embargo, en los momentos directamente relacionados con el sufrimiento del pueblo judío, ayunamos y nos comportamos en forma de duelo.
Desde una mirada más profunda, no se trata sólo de un ritual, una forma de comportarse, como viviendo acorde al tiempo, sino que es una forma de concientizarnos a través de nuestras acciones, de que podemos y debemos revertir la situación.
Nuestros sabios nos explican las causas por las cuales los Templos fueron destruidos: el primero porque la gente despreciaba la Torá, y el segundo por el odio infundado entre judíos. El hecho de que el Templo continúa destruido es una clara prueba de que aún no hemos corregido la causa de su destrucción. Entonces, debemos actuar en forma opuesta a esas causas, es decir, enfatizar el aprecio por la Torá y el amor infundado hacia todo judío.
Los ayunos y las costumbres de duelo durante este tiempo de "Entre los límites" nos llevan a despertarnos de la vanidad de la vida cotidiana y enfocarnos en la corrección del pasado para generar un futuro diferente. Dicho de otra manera, todo el año uno debe comportarse con aprecio y respeto hacia la Torá y con amor infundado a todo judío, Ahavat Israel, sólo que nos desconcentramos y perdemos en rumbo, imbuidos en el día a día. Bein haMetzarím es el tiempo de pausa y reenfoque.
Por eso se acostumbra a aumentar en el estudio de Torá en estos días e incrementar en Tzedaká - caridad, en consonancia con el versículo de Ishaia (1:27) "Tzión será redimida con justicia, y sus cautivos con Tzedaká".
Que nuestro reenfoque en estos días haga cumplir el versículo "Desde la opresión te llamo, Di-s, contéstame en la amplitud", es decir, que logremos llamar a Di-s en estos días de opresión (límites y opresión en hebreo son palabras similares, metzarím y metzar) y seamos contestados con la verdadera amplitud Divina, con la venida de nuestro justo Mashíaj, rápido en nuestros días.