El entusiasmo de un niño viene como una tormenta, tomando al niño por completo.
Es por eso que, cuando un niño aprende una nueva y buena cualidad, queda para siempre.
El entusiasmo de un niño viene como una tormenta, tomando al niño por completo.
Es por eso que, cuando un niño aprende una nueva y buena cualidad, queda para siempre.