Estimada Kehilá:
Este sábado, en la lectura semanal de la Torá, terminaremos, Di-s mediante, el cuarto libro de la Torá, el libro de Bamidbar. La costumbre es que, al finalizar cada uno de los cinco libros de la Torá, toda la congregación se pone de pie y dice jazak, jazak, venitjazek (fortalécete, fortalécete y nos fortaleceremos). Luego el jazán (quien lee la Torá) repite la misma frase, finalizando así, la lectura del libro.
El Midrash nos dice que, al entrar en la Tierra de Israel, mientras Iehosúa sostenía un rollo de la Torá y comandaba al pueblo, al terminar sus palabras Di-s le dijo "fortalécete y envigorízate", de aquí se aprende, que quien finaliza [un libro de la Torá] debe decir "fortalécete..."
Una de las enseñanzas que podemos extraer de esta costumbre (ya que las costumbres del pueblo judío también son Torá - derivado de la palabra horaá -enseñanza-) es que a través del fortalecimiento del individuo, se fortalece toda la comunidad.
Es un camino de ida y vuelta, la congregación le dice al individuo "fortalécete..." - tú mismo - y luego le dicen "y nos fortaleceremos" - nosotros mismos -.
No podemos dejar de lado la responsabilidad de llevar adelante a la comunidad diciendo "yo soy solamente un individuo, ¿qué diferencia hay si actúo o no? ¡Hay otros individuos en la comunidad!". Cada uno es una parte fundamental del conjunto y sólo a través del fortalecimiento de las partes, se fortalecerá el conjunto entero. Y viceversa. El conjunto no pude dejar de lado su responsabilidad de ocuparse de cada uno de los individuos que lo componen.
Nosotros somos el conjunto de seres humanos. Dentro del cual somos el subconjunto de iehudím. Dentro del cual somos el subconjunto de la comunidad de La Plata.
Es hora de que apliquemos las enseñanzas de nuestra Torá, la Torá de Vida, para fortalecernos en todos los aspectos nuestra comunidad.