Va a venir un tiempo, muy pronto, cuando veremos milagros tan grandes, que harán que las Diez Plagas y la Apertura del Mar parezcan ordinaria naturaleza.
Tan grandes, que ninguna mente podrá contenerlos; tan poderosos, que transformarán la estructura misma de nuestro mundo, elevándolo de manera tal que las maravillas del Exodo nunca lo hicieron.
Porque entonces, nuestros ojos estarán abiertos y se les dará la capacidad de ver el mayor de los milagros: aquellos que nos ocurren ahora, bajo nuestras propias narices, cada día.