Nadie vio nunca, tocó o midió una partícula u onda de gravedad. Más aún, la noción misma de la gravedad es misteriosa: masas a años de luz de distancia sin nada entre ellas, afectando los movimientos de la otra.
Aún así, todos aceptamos que debe haber una causa tras el fenómeno que observamos, entonces llamamos a esta fuerza elusiva "gravedad".
De la misma forma, hay una causa detrás de la existencia. Esa Causa puede ser aún más elusiva, pero la realidad de su existencia es al menos igual de inobjetable y empíricamente evidente.