Uno de los temas que más resaltan en la sección de ésta semana es el pecado del Becerro de Oro. Incitados por un grupo de gente que Moshe decidió aceptar como conversos a la salida de Egipto (sin haber sido indicado por Di-s), el pueblo judío termina cayendo en el pecado de idolatría (avodá zará en hebreo).
Uno de los ingredientes que más confunden todo este episodio es que el pueblo judío había recibido la Torá en el Monte Sinaí hace muy poco tiempo (desde el 6 de Siván, día de la Entrega de la Torá hasta el 17 de Tamuz, día del pecado en la práctica, pasaron sólo 40 días...) habiendo sido testigos de grandes revelaciones de Di-s.
Existen muchos comentarios y explicaciones sobre lo que ocurrió, desde diferentes perspectivas, pero vamos a detenernos en lo práctico, en cómo nos afecta y qué nos enseña (entre otras cosas) este relato de la Torá.
Primero debemos entender qué significa avodá zará, idolatría. El concepto de la idolatría es el de considerar que hay algo en el universo, excepto Di-s, que tiene gobierno sobre algún asunto, más allá del poder de Di-s. Por ejemplo, sería idolatría considerar que los astros (el sol, la luna, las constelaciones, incluyendo los signos del zodíaco) tienen la capacidad de dar o retener energía al mundo y, por lo tanto rezarles u ofrendarles algo para obtener un beneficio.
Sin embargo hay algo más profundo y sutil en la idolatría, en dos perspectivas.
1)Mucha gente hace de sus deseos y anhelos objetos de idolatría, como quien entrega su vida toda en aras de acumular dinero, su dios se vuelve el dinero.
2)La traducción literal de avodá zará es "trabajo extraño". Es decir, todo trabajo que no es parte de la función específica de la persona es extraño a la persona, y por lo tanto cae dentro de esta definición profunda de idolatría. En otras palabras, aún cuando la persona se encuentra en un buen camino, el camino de la Torá y las Mitzvot, estudió y aprendió, pero dedica su tiempo a asuntos que están fuera del espectro del servicio a Di-s, al ser algo "extraño" a lo que se espera de esa persona, se vuelve "trabajo extraño", es decir, extraño para el nivel espiritual en el cual se encuentra esa persona.
Cada persona debe analizar su nivel, meditar en lo que se espera de él o ella para detectar en su vida cuáles son sus "trabajos extraños". A tal efecto nos dicen nuestros sabios en la Etica de Nuestros Padres "hazte de un maestro", quien pueda aconsejarte y orientarte para desarrollar y revelar todos los potenciales que cada uno tiene y aplicarlos al servicio a Di-s.
Sobre la deidad que tubo el pueblo de israel,quisiera saverlo como fue,porque fue,quisiera saver si fue un error ,se dice que el oro fundido,oh quemado como lo hicieron,es sagrado,¿?
B"H
Hola Jose,
El pueblo judío sirvió a un becerro de oro pensando que Moshe había muerto y estaban en el desierto sin guía. Cuando Moshe baja del monte Sinaí funde el becerro esparce las sobras en un río, con lo que no quedó nada de eso.
De cualquier manera, al ser idolatría, no es santo, sino todo lo contrario!.
Saludos