Los antiguos observaban el cielo y miraba las estrellas y sus constelaciones. Ellos las honraban como enviados de la energía divina y la vida, como si fuesen la encarnación de las fuerzas de la naturaleza y el origen de las pasiones humanas.
Ellos eran sabios, pero eran tontos: ellos abandonaron al Señor por el sirviente. Porque en realidad solamente Uno, y todo el resto no es más que una herramienta en Su mano.
El hombre moderno observa las noticias las páginas financieras y mira ahí todas las fuerzas que pueden construir o destruir su carrera, sus planes de jubilación y su éxito como ser humano.
Él también es un tonto, porque hay solamente Uno, y todo el resto no es más que una herramienta en Sus manos.
Torat Menachem 5742, vol. 1, pg. 339. Maamar Bayom Ashtei Asar.
Sin duda alguna! Cuando Dios se convierte en tu razón de existencia, tu motivo de vivir y la razón por la cual seguir adelante ¡Sólo Él y únicamente Él es la verdad! el dueño de todo cuanto existe, es fue y será.