La tercera de las plegarias diarias, llamada Maariv, o Arvit, se recita al anochecer (las primeras dos a la mañana y a la tarde). Esta plegaria la instituyó el Patriarca Iaacov.

En realidad, considerando que el día judío comienza a la noche, maariv es la primera plegaria del día. Las palabras del rezo involucran al cuerpo en el servicio a Di-s, elevándolo y refinándolo para que esté más entonado con el espíritu. En el proceso inicial de refinamiento, el cuerpo está en un estado de oscuridad espiritual, por eso, maariv es la primera plegaria del día.

Desde la salida de las estrellas (tzet hacojavím, tres estrellas intermedias en el cielo de la noche) hasta el amanecer, se puede recitar la plegaria de maariv.(También está permitido rezar maariv temprano, hasta 1¼ horas halájicas antes de la puesta del sol, siempre y cuando se haya recitado la plegaria de la tarde (Minjá) antes de este tiempo. Ese momento se llama plag haminjá. Si uno reza maariv a esta hora, debe recitarse nuevamente el Shemá al anochecer).

Maariv comienza con el recitado de las bendiciones previas al Shemá, seguido por la amidá (diecinueve bendiciones recitadas de pie) mirando hacia Ierushaláim. Concluye con el Aleinu, llevando, aproximadamente, diez minutos en total. En Shabat o días festivos varía, de acuerdo con el día.

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