Uno de los temas principales de la sección de la Torá de esta semana es el relato de los pozos de agua que Itzjak cavó en la Tierra de Israel. Nuestros sabios traen diferentes explicaciones de por qué la Torá nos cuenta este relato, ya que, como mencionamos muchas veces, la Torá es una enseñanza de vida, y no (solamente) un libro de historias. Entre las explicaciones se encuentra la siguiente:

Cada uno de nosotros tiene un pozo de agua, y no simplemente agua, sino agua viva. Esto se refiere a la neshamá el alma. Debemos aprender a cavar dentro nuestro para revelar este manantial de vida y energía.

¿Qué significa cavar dentro nuestro? Hay dos tipos de almas: la divina y la animal. El alma divina desciende desde un nivel espiritual muy elevado para investirse dentro del alma animal y del cuerpo, con el objetivo de refinarlos a ambos y elevarlos. Para ese trabajo se nos da la vida, como dice el salmista, "setenta u ochenta años", período durante el cual uno se encuentra en un constante estado de avance, desarrollo y mejoramiento personal. Para lograr esa elevación, contamos con la fuerza del alma divina. Sin embargo, cuando ésta se encuentra "en exilio" es decir, oculta y tapada, atrapada bajo la mundanidad y materialidad, le resulta imposible afectar a la persona para elevarla, ya que el alma divina no puede expresarse para lograr ese mejoramiento.

Por eso nos enseña la parashá de esta semana que debemos cavar pozos, es decir, así como el cavar un pozo consiste en remover la tierra que cubre al manantial de agua, de la misma manera, debemos remover "el polvo" de nuestras vidas, es decir, la entrega a asuntos totalmente vanos y carentes de real importancia (como el polvo) para dar lugar a que se revele nuestro manantial de vida interno, nuestro alma divina.

Es justamente Itzjak de entre nuestros patriarcas, quien representa la severidad y el poder, quien se dedicó a ese trabajo de cavar, de revelar la santidad y la espiritualidad ya existente en cada uno. Porque hay momentos en la vida en que para mejorar espiritualmente uno debe fortalecerse contra todos los obstáculos internos personales y externos de la sociedad, para dar lugar a que florezca su verdadero ser.

2 comentarios en «Manantial de vida»

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