(Extraído de una carta)
... El matrimonio judío es llamado una construcción eterna". Para que el edificio del matrimonio sea verdaderamente fuerte y duradero, todo lo que está conectado con el casamiento, como también el establecimiento del hogar de la pareja, deben estar en total acuerdo con las instrucciones de la Torá. La Torá es llamada Torat Jaim, la Torá de la vida, y es la fuente de vida eterna en el mundo venidero, como también la verdadera guía para la vida terrenal.
La analogía del matrimonio con un "edificio eterno" no es solamente una expresión, sino que contiene una importante idea y moral. En el caso de cualquier estructura, el primer paso y el más importante es asegurarse la cualidad y la durabilidad de la fundación. Sin esa fundación todos los esfuerzos que se pongan en las paredes, techos, decoraciones, etc., no sirven para nada. Esto es todavía más verdadero cuando hablamos del matrimonio; si su fundación es inestable, podría ser una tragedia! Este es el motivo por el que el matrimonio judío, debe estar fundado sobre una base sólida como la roca que es la Torá y las Mitzvot, a lo que siguen la bendición de dicha y alegría de la amante pareja por el resto de sus días.
En la totalidad de los temas que se refieren a la observancia de la Torá, seguimos el principio que dice "todos los judíos son responsables uno por el otro". No solamente debemos practicar las Mitzvot nosotros, sino que debemos interesar y asistir a otros en su observancia. En vista de ello, está claro que hay una obligación sobre cada uno de ayudar al novio y la novia a establecer el edificio eterno.
Debemos mostrarles cómo y porqué debemos mantener una cocina casher en el nuevo hogar. Introducirlos a la belleza del Shabat, y mostrarles las leyes y regulaciones de "Taharat ha mishpajá", las leyes de pureza familiar, (mikveh), las que traen santidad a las relaciones maritales. Que nadie piense que esto es un tema privado de la pareja, en el cual nadie tiene derecho a interferir. Ese punto de vista es totalmente injustificado. Si vemos a alguien que se está haciendo daño a si mismo, o a sus hijos, o peor aún, si está haciendo algo que lo llevará a la auto destrucción, Di-s no lo permita, nadie debe considerarlo una interferencia, el tratar de prevenir a esa persona de dañarse a si misma. Similarmente, cuando existe la oportunidad de ayudar a alguien con un beneficio duradero, es seguro que tenemos la obligación de hacerlo, especialmente cuando el beneficio es de verdadera duración.