Palabras duras, demandas y ultimátum - sacuden la fundación misma de un matrimonio y un hogar, destruyendo su sostén hasta que cada uno está solo.
Palabras suaves, entendedoras y palabras que escuchan - son el tronco del cual crece el matrimonio, la fundación que sostiene un hogar.
Una casa no puede ser arreglada a menos que su fundación esté firme. Una vez que la pareja aprende a hablar como amigos, su matrimonio puede soportar cualquier cosa, para siempre.