La mente y el corazón hacen una buena pareja. El corazón es un extremista: salvaje, una única emoción puede llenar todo su espacio. La mente encuentra balance y armonía, aún entre opuestos.

La mente es fría y distante. Para la mente, la realidad es una curiosidad. Pero el corazón vive en un mundo real, donde las cosas importan.

Cuando el corazón escucha la visión de la mente, también aprende a soportar voces opuestas, aún las voces de otros corazones, Cuando la mente escucha las profundidades del corazón, entonces su propia visión puede alcanzar el mundo real.

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