Si bien mi costumbre es escribir algo original sobre la parashá de la semana o sobre algún evento cercano en el tiempo, me pareció muy apropiado, dada la delicada situación de la comunidad de La Plata, transcribir unas palabras que el Rebe pronunció un 4 de marzo de 1973, frente a grupo de jóvenes del Young Leadership Cabinet, una institución de Jóvenes Líderes Judíos en Estados Unidos.
Las palabras son auto explicativas. La fuerza de una comunidad viene de la suma de las fuerzas de cada uno de sus individuos, más un plus específico proveniente de la santidad de una comunidad judía. Entonces, cuando los miembros mismos, y primero y principal, los líderes de la comunidad se elevan, la comunidad entera se eleva, y lo mismo ocurre a la inversa.
Quiera Di-s que sepamos aplicar las palabras del Rebe, cada uno en su ciudad, de acuerdo a su capacidad.
"Hay un objetivo especial que tiene prioridad por sobre todo, y es la educación. Educando gente están preparando los jóvenes líderes del mañana y del día después de mañana. Educación no es una cuestión de hacer de alguien no estudiado, alguien estudiado, o más estudiado, alguien que no es fluente, más fluente, alguien que no es caritativo, que se vuelva caritativo o más caritativo. Educación ahora es una cuestión de salvar un alma, salvar un ser humano para el Pueblo Judío. Y salvarlo para la humanidad.
Considerando que un niño es alguien cuyas necesidades de educación deben ser proveídas en la primer oportunidad posible, se puede tomar prestado dinero ahora y pagarlo mañana, o un día después de mañana. Aún si ya no tienen más dinero en efectivo o en promesas, es la primer prioridad y el primer deber y la primer obligación de cada judío que puede hacer algo en éste sentido, invertirlo en educación.
No les estoy pidiendo un cheque, lo que estoy pidiendo es que cada uno de ustedes, antes de pedirle a alguien un cheque mañana, se vuelva más judío que ayer a través de agregar por lo menos una Mitzvá en su vida personal, en su vida privada y en la vida de su familia. Y, además, y yo se ésto por mi experiencia personal, ahora tengo setenta años y, sin embargo, espero que mañana a la mañana, sea un mejor judío que hoy. Cumplir una Mitzvá en su vida privada como una persona privada, tiene un impacto inmediato en sus actividades comunitarias."