Cuando los espías que Moshe envió a la Tierra de Cnáan retornaron, incluyeron en su reporte estas palabras:
"Nos sentimos como langostas frente a ellos, y así eramos a sus ojos".
Por cuanto ellos se sientieron como langostas (o sea insignificantes) ante sus propios ojos, justamente por eso otros los miraban como langistas.