La sección de la Torá de esta semana se llama Lej Lejá, lit. Ve hacia ti. Básicamente relata el surgimiento de Avraham, nuestro patriarca, desde su tierra natal y las diferentes situaciones de su vida que lo hicieron crecer y ser meritorio del amor de Di-s, para trasformarse en el padre del judaísmo, por así decir.
En este proceso, si bien Avraham era uno contra el resto del mundo, esto no quiere decir que era considerado un loco y, por lo tanto, apartado y aislado del resto de la gente, sino, todo lo contrario, lugar donde Avraham viajaba, se lo conocía y se lo presentaba frente a los reyes y gobernantes para tener discusiones filosóficas sobre el monoteísmo que profesaba y sus profundos valores éticos. Por eso vemos que discutió con Nimrod, rey de Persia, con Paró, rey de Egipto y con Avimélej, rey de Grar, los protagonistas del mundo político y filosófico de la época de Avraham. Cada uno de ellos a su manera reconoció la grandeza de Avraham, a pesar de no haber aceptado sus principios.
A la luz de esta forma académica de entender los viajes de Avraham, paso a traducir una carta del Rebe, escrita al profesor Dr. Abraham Luchins, un famoso psicólogo Gestalt y pionero de la terapia en grupo.
Bendiciones y éxitos,
Rabino Tuvia Serber
Por la gracia de Di-s
14 de Tevet 5731 (1971)
Brooklyn, NY
Prof. y Mrs. Abraham S. Luchins
53 Fordham Court
Albany, NY 12209
Saludos y bendiciones:
Esta carta es para agradecer por sus Vol. II y III del Seminario Wertheimer Revisado, que acabo de recibir. Si bien aún no tuve tiempo de mirarlos detenidamente, hojeé las páginas. Mientras lo hacía, recordé una vez más el dicho de nuestros sabios: "si alguien dice que las naciones del mundo tienen una Torá, no le creas; pero si dice que tienen ciencia, has de creerle".
De hecho, tuve la ocasión de discutir esto en el farbrenguen (reunión jasídica). El punto de esta frase es que en el mundo No-Judío se pueden encontrar pensadores y filósofos sobresalientes, que pueden encontrar soluciones a los varios problemas que confronta la humanidad, y aún así, pueden hacer el proceso de pensamiento con completo desprendimiento, de manera que las soluciones que se les ocurren permanecen en la teoría, y no tocan sus propias vidas. Efectivamente, el pensador, filósofo o científico puede, en su vida personal, actuar contrariamente a los elevados conceptos morales y éticos que él mismo expone.
Es muy diferente al respecto de nuestra Torá, que es nuestra sabiduría y ciencia a los ojos de las naciones. Porque para nosotros Torá significa enseñanza y guía (de la palabra horaá - enseñanza), es decir, que penetra y permea nuestras vidas. Esto es porque tiene el poder de obligar, por así decir, al estudiante y seguidor de la Torá, a traducir la solución que provee a la acción práctica. Da al Judío de Torá la fuerza para resistir y subyugar al ietzer hará (inclinación al mal), como nuestros sabios, de bendita memoria, lo expresan: barati ietzer hara, barati Torá tavlin ("Creé la inclinación al mal, pero también creé la Torá como antídoto").
Con todos los buenos deseos para hatzlaja (éxito) en su trabajo, así como en su buena influencia para esparcir y fortalecer la luz de la Torá y las Mitzvot al máximo de su capacidad.
Con bendiciones,
[firma]
P.D. Estuve gratamente sorprendido de ver en la prensa que su hijo participó activamente en la Convención de la Unión de Congregaciones Ortodoxas en Washington.