Pánico, confusión y pesimismo son el producto de un corazón salvaje. Cuando la mente gobierna al corazón, esas bestias son reemplazadas por el coraje, el optimismo y un anhelo de avanzar. Especialmente cuando la guía proviene de la sabiduría esencial de la mente, el ojo interno que percibe el proceso de renovación a cada instante de la creación desde la Fuente de Todo Bien. Desde esa perspectiva, hay razón para estar alegre aún en los momentos más oscuros.