Este discurso explica una frase de rabí Akiva sobre la dicha del pueblo de Israel, que nos purificamos frente a Dios y que Él nos purifica por ser nuestro padre.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 × cinco =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.