Estimada Kehilá:
Como mencionado muchas veces, la Torá es eterna, es decir, sus enseñanzas son aplicables a todos los tiempos y lugares.
La sección de esta semana, Pinjás, encierra una lección fundamental para los tiempos en que vivimos.
Pinjás, sin ser uno de los líderes del pueblo, vio un comportamiento inapropiado del líder de la Tribu de Shimón. La halajá - ley judía - definía cual era el curso de acciones a seguir ante tal situación. Sin embargo, los líderes, incluyendo a Moshe, no estaban haciendo nada al respecto.
Cuando Pinjás consultó a Moshe por qué nadie hacía nada, estando definido qué había que hacer, Moshe le respondió: "El que leyó la carta, que lleve a cabo sus instrucciones". Consecuentemente, Pinjás actuó y con eso detuvo una plaga que se esparcía por sobre todo el pueblo.
La lección es clara: si uno ve una situación que necesita resolución y nadie está encargándose de solucionarla, ni siquiera los líderes de la comunidad, el hecho de que la situación llegó a sus manos, es una indicación de que está en uno actuar y resolverla.
Para salir adelante, tenemos que asumir responsabilidades. Y el resultado es, como con Pinjás, que Di-s hará un pacto de paz con nosotros y traerá rápidamente la Redención.