En esta parashá la Torá nos enseña que el cumplimiento de Mitzvot nos trae una recompensa tanto en este mundo como en el mundo por venir, y que la falta de observancia de las Mitzvot, acarrea un castigo espiritual y material.
Sin embargo, aún cuando el pueblo judío no se encuentra en el estado espiritual que Di-s espera de nosotros, la Torá dice: "Aún entonces, cuando están en la tierra de sus enemigos, no los aborreceré ni los despreciaré como para destruirlos y anular Mi pacto con ellos; pues Yo soy el Señor, su Di-s". Di-s nunca nos deja de lado ni se olvida de nosotros, más allá de nuestras acciones.