¿Puede un gentil rezarle a Dios? ¿Cómo? ¿Qué cuestiones debe tener en cuenta? Una breve explicación de este asunto.
Aquí se puede encontrar un libro de rezos completo en español:
Extracto y traducción libre de una charla de Rabí Menajem Mendel Schneerson, de bendita memoria, Rebe de Lubavitch
20 de Av, 1985, párrafo 12
Podemos agregar que estos dos asuntos mencionados (confianza en Di-s y el rezo a Él), cuyo fundamento es la fe en Di-s, se aplican, son sólo al pueblo judío, sino también a los Bnei Noaj, es decir, un mandato [Divino] a la humanidad entera por igual, como todos los detalles de los preceptos de Bnei Noaj que son una parte de los seiscientos trece preceptos del pueblo judío, siendo que, a pesar de que su observancia por el pueblo judío es de una forma más elevada, sin embargo, su contenido conceptual, “para ser habitada la creó [a la Tierra]” (Ishaia 45:18), es para toda la humanidad por igual.
Y la explicación:
El mandato [Divino] de negar la idolatría, y, por el contrario, creer en Di-s, es un asunto fundamental también para los pueblos de la Tierra, ya que ellos también fueron mandados a creer que hay un Creador y Conductor del mundo. Al punto tal que la negación de la existencia de Di-s (como las palabras del Faraón (Iejezkel 29:3) “El río me pertenece y yo me hice a mí mismo”) se consideran como el pecado más grave de todos los pecados etc.
Con seguridad no se aplican a ellos (los Bnei Noaj) todos los detalles explicados en la primera parte del libro del Rambam, “Saber que hay una existencia primaria etc.”, [ya que son] “leyes y leyes” para el pueblo judío justamente, y cuánto más aún al respecto de los detalles de los asuntos como son explicados en la parte interior de la Torá etc.; pero el asunto general de que el mundo tiene un Creador que lo dirige, ya lo reveló y publicó Avraham, nuestro patriarca, “Uno era Avraham” (Iejezkel 33:24) a todos los pueblos de la tierra, y, después, en el momento de la Entrega de la Torá, se le entregó este asunto (de revelar y publicar la existencia de Di-s etc.) a todo el pueblo judío - “Mandó Moshe, nuestro maestro, de boca de Di-s, forzar a todos los seres humanos a aceptar los preceptos que fueron mandados a los Bnei Noaj” (Rambam, Leyes de Reyes, cap. 8, ley 10), comenzando por los preceptos de negar la idolatría y tener fe en Di-s.
Y tiene lógica decir que en este asunto se incluye también la confianza en Di-s, o sea, que Él será bueno con sus criaturas, ya que la fe en Di-s es de manera tal que tiene una relación e influencia en la forma de vida y comportamiento, o sea, observar el mandato del Creador en este mundo inferior, cuyo contenido general es un comportamiento en forma de “para ser habitada la creó [a la Tierra]” (Ishaia 45:18). Dado que Di-s es el bien absoluto, y la naturaleza del bueno es ser bueno [con otros], es decir, que Su voluntad es ser bueno con Sus criaturas, y por esta razón les mandó a comportarse de manera tal de “para ser habitada la creó [a la Tierra]” (por ejemplo, el precepto de establecer jueces y demás). Y no solamente eso, sino que, tiene sentido decir que también ellos (los Bnei Noaj) deben tener el reconocimiento verdadero de que “todo lo que hace Di-s, lo hace para el bien” (Talmud Brajot 54a), y más aún, ¡“esto también es bueno” (Talmud Taanit 21a)!
También tiene sentido decir que en el mandato de tener fe en Di-s está incluido también el asunto de rezar a Di-s, peticiones para satisfacer sus necesidades y similares.
Y una prueba: del profeta Ioná, que Di-s lo mandó a advertir a las personas de Ninive, y el Faraón a la cabeza, de que retornen en arrepentimiento y recen a Di-s, etc.
Y todo esto, aún después de que fue sellado el decreto etc., como está claramente explicado en las palabras del profeta, que “[Di-s] revela Sus secretos a sus siervos los profetas” (Amos 3:7). Ya que “las palabras de castigo que el profeta dice”, pueden cambiar para el bien, ya que “Di-s es lento para la ira, con amplia bondad y se arrepiente del mal, y puede ser que se arrepintieron y se les perdonó, como las personas de Ninive” (Rambam, leyes de Fundamentos de la Torá, cap. 10, ley 4).
Este asunto se torna parte de las enseñanzas de la Torá, para enseñarnos que aún las personas de Ninive, Bnei Noaj, fueron mandados [por Di-s] a arrepentirse y rezar a Di-s para que satisfaga sus necesidades, solo que, para ellos, este no es un mandato en sí mismo (ya que fueron mandados a cumplir siete preceptos solamente), sino que, como parte del mandato de negar la idolatría y creer en Di-s, lo que no es el caso con el pueblo judío, este es un precepto por sí mismo, y aquí no es el lugar para ampliar este asunto.
Extracto y traducción libre de una responsa rabínica del Rabí Moshe Fainstein
Igrot Moshe, Oraj Jaim Alef – 25
Al respecto de si un Ben Noaj está obligado a rezar, claramente no lo está, ya que no fue enumerado junto a los siete preceptos en el Talmud (Sanhedrin 56) ni tampoco fue mencionado en el Rambam, capítulo 9 de leyes de Reyes, donde enumera los preceptos que deben cumplir los Bnei Noaj.
Al respecto de si tiene una Mitzvá cuando reza Di-s, bendito sea, surge que sí tiene, como está claramente expresado en el versículo de Ishaia (56:7): “Porque mi casa, será una casa de rezo para todos los pueblos”, y explicó Rashi ahí: “y no solamente para el pueblo judío” […].
Claramente que, a pesar de estar exentos de rezar, cuando rezan cumplen una Mitzvá. De no ser así, ¿qué alabanza hay [para el Templo] que se llame “una casa de rezo para todos los pueblos”, si los gentiles no tienen ninguna Mitzvá con su rezo? También tiene sentido decir que el rezo de un Ben Noaj es considerado como quien no fue mandado a hacer [Mitzvot] y las cumple de cualquier forma, con la recompensa que eso conlleva.
Sin embargo, según mi humilde opinión, lo mencionado anteriormente (que un Ben Noaj, al rezar, cumple un precepto como si no hubiese sido mandado a hacerlo) aplica solamente al respecto de fijar una obligación de rezo incluso cuando no tiene nada específico que pedir, pero cuando reza solamente porque tiene una necesidad, como alguien enfermo o que no tiene sustento, es como una obligación literalmente. Y no es problemático que [esta forma de rezar] no haya sido enumerada entre las obligaciones específicas de los Bnei Noaj, ya que este es el fundamento de la fe en Di-s, bendito sea, o sea, que Él es quien da sustento y cura enfermos, y cuando [la persona] no confía en Di-s, bendito sea, y no Le reza, es como si no creyese en Él, y creyese en otras cosas.
Y la fe en Di-s, bendito sea, a pesar de no haber sido mencionada entre los siete preceptos de Bnei Noaj, [sin embargo], con seguridad [un Ben Noaj] está obligado a creer [en Él], ya que la incluso la observancia de los siete preceptos de Bnei Noaj, si no los cumple porque Di-s, bendito sea, los mandó en la Torá, está claramente dicho en el Rambam, final del cap. 8 ahí (leyes de Reyes), que no se considera como que los cumplió y no es parte de los Piadosos de los Pueblos de la Tierra. Siendo así, forzosamente que un Ben Noaj debe creer en Di-s, bendito sea, y también que Él entregó la Torá, automáticamente sólo de Él debe pedir sustento, curación y todas las cosas.
Conclusiones
Surge de las palabras del Rebe de Lubavitch y Rabí Moshe Fainstein que es correcto que un Ben Noaj rece a Di-s y confíe en Di-s, ya sea en forma fija (sin ser esto considerado como una obligación) o cuando tiene una necesidad particular (en cuyo caso sí se trata de una obligación), como parte de la fe misma en Di-s, Todopoderoso y Bondadoso.
Incluso el Rey Salomón, en el momento de inaugurar el Primer Templo en Ierushaláim rezó: “Asimismo, cuando el extraño que no sea de Tu pueblo Israel venga de una tierra lejana a causa de Tu nombre [...] y rece en esta casa […] escucha Tú en los Cielos, el lugar de Tu morada y haz como todo lo que Te pida el extraño” (Melajim 1 8:41-43).
Y el profeta Ishaia dijo: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Ishaia 56:7).
Claramente, el Templo era un lugar de rezo para todos los pueblos de la Tierra.
Shalom! Que el Eterno lo bendiga RabTuvia con toda bendición espiritual y material y le brinde mucha Salud, Amén!
Amen! Todo el que bendice es bendito!