¿No es extraño, que una criatura creada forme parte de su propia creación? ¿Podría una caricatura sostener el lápiz en las manos del artista? ¿Podrían los personajes de tu propia historia editar tus palabras?
Y sin embargo, aquí estamos, criaturas rogando a nuestro Creador: ¡Dános vida!, ¡Buena vida!, ¡Involúcrate más con Tu mundo!
Aquí estamos, en la cámara más interna de la Mente Cósmica, donde se determina si debemos ser o no, participando de esa decisión.
Somos criaturas creadas, pero hay algo dentro nuestro que está más allá de la creación.
Este es un pensamiento muy elevado pero interesante que lo pone a uno a tratar de entender esto, me gusta su enseñanza, saludos desde El Salvador.