“Una casa”, escribió el Rey Salomón, “se construye con sabiduría”.
Y no con un martillo.
Porque la sabiduría es el pegamento de la belleza. Sabiduría quiere decir la habilidad de dar un paso atrás y ver el panorama amplio, el pasado y, más importante aún, el futuro hacia donde todo esto lleva. Ver la verdad dentro de cada cosa.
Sin sabiduría, sólo hay fragmentos. Con sabiduría, hay un todo completo. Y hay paz entre todas las partes de ese todo.