Rabí Iaacov ben Asher, nacido en Coloña, Alemania, alrededor de 1269 y fallecido en Toledo, España, en 1343 escribió, entre otros libros, el Arba Turim, un compendio de todas las leyes prácticas hoy en día (dejó afuera las leyes que dependen del Templo, o de tener un Rey, etc.) ordenado en cuatro "columnas", como él las llamó.
Estas cuatro secciones se subdividen en capítulos y cada capítulo en incisos, cubriendo así, toda la ley judía actual.
Rabí Iosef Caro (Toledo 1488, Tzfat 1575), autor del Código de Ley Judía,conocido como Shulján Aruj, utilizó este mismo orden para codificar el texto principal de las leyes prácticas de hoy en día, estudiado por todos los judíos del mundo.
Ahora bien, dicen que hay una quinta parte que nunca fue escrita, pero que es tan importante como las otras cuatro, y ésa parte es el sentido común.
Para ilustrar la idea con una historia personal: una vez, luego de Iom Kipur, fuimos invitados a cenar a la casa de un amigo. Luego de una fastuosa comida, mi esposa devolvió todo lo que comió. Ahora bien, si uno comió pan y está saciado, es una Mitvzá de la Torá bendecir (Bircat HaMazón), pero, he aquí, si uno devolvió todo, no está realmente saciado, ¡todo lo contrario!, pero comió y ¡estuvo saciado!
Presentamos nuestra duda frente a un rabino, es decir, ¿debe mi esposa recitar la bendición después de las comidas en este caso o no? El rabino contestó: "Llevá a tu esposa a casa, hacele un te y unas tostadas, cuando se sienta mejor, que diga la bendición".
La respuesta es una basada, principalmente, en el sentido común. La persona está sintiéndose mal, el primer paso es resolver esa situación, luego resolver el dilema halájico.