Teshuvá significa arrepentirse de algo inapropiado que hayas hecho, y resolver no hacerlo más.
Algunos consejos sobre cómo realizarlo:
1) Dilo en voz alta. A la noche, o en algún momento en que estés solo, di en voz alta: “Querido Di-s, lamento el pecado que hice frente a Ti habiendo [y aquí va lo que hiciste]. Hay una plegaria específica en los libros de rezo llamada vidui (confesión) que decimos en Iom Kipur. Puedes decirlo y agregar esta línea en cualquier lugar. Cuando escuchas tu propia voz diciendo cuánto te arrepientes por lo que hiciste, lo sientes mucho más profundamente.
2) Arregla lo que hiciste. Pide disculpas y compensa a quienquiera haya sido afectado por tu desliz. Si tu pecado fue hacia otra persona, no sería justo que Di-s te perdone sin involucrar a esa otra persona. Si al principio no te perdonan, continúa intentando hasta que sean irrazonables, en cuyo caso, has hecho lo que se esperaba de ti, ahora es responsabilidad de la otra parte.
3) Caridad. Simplemente da más dinero de lo que estabas acostumbrado a dar. Un pecado disminuye la vitalidad divina en la tierra. La caridad cura al mundo y tu alma y repone esa energía faltante en el universo.
4) Avanza en la vida. Compensa por lo que ocurrió. Se mejor, actúa mejor, estudia más, etc. El pecado genera una especie de inercia que te hunde cada vez más. Esa inercia debe ser quebrada y la forma de hacerlo es aumentar en tu observancia de Torá y Mitzvot.
La Teshuvá es poderosa pero, por supuesto, no pecamos para luego hacer Teshuvá. De acuerdo a nuestros sabios, sin embargo, un pecado puede elevarte más que todas las Mitzvot que puedas hacer en la vida, si haces Teshuvá por amor. Amor por Di-s, por Su Torá y por tu alma.