Ninguna persona puede conocer sus verdaderas motivaciones.
Puede ser amable porque la amabilidad le causa placer.
Puede ser sabio porque la sabiduría es música para su alma.
Puede volverse un mártir quemado en la hoguera porque su naturaleza es desafiar, su naturaleza es ser fuego.
¿Cuándo puedes saber si tus motivaciones son realmente sinceras? Sólo cuando no es parte de tu naturaleza hacer esa determinada cosa.