Cuando el hombre quiso volar, tuvo dos caminos: crear vehículos más livianos que el aire, o aprovechar la resistencia del aire. Al final, el segundo camino fue más exitoso.

Surge que cuando quieres volar alto, la resistencia es una ventaja. De hecho, te lleva más alto que los ángeles.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 × 4 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.